12 de setiembre de 2024
Plan A impacta a más de 890.000 personas mediante planes de adaptación
·
Plan A les
permite desarrollar e implementar acciones de adaptación al cambio climático en
sus territorios para salvaguardar los recursos de sus comunidades.
·
Las guías
de planificación para la adaptación son gratuitas y se espera que los 64
cantones restantes las empleen para crear sus propios planes de adaptación.
·
Se crearon
planes de adaptación para las 6 regiones socioeconómicas del país, para blindar
el desarrollo ante los efectos del clima cambiante.
El cambio climático
representa una de las grandes amenazas para el bienestar, la economía, la
educación, la salud, la seguridad alimentaria y los ecosistemas del país. Estas
situaciones podrían sobrecargar las finanzas públicas y los servicios a la
población; y las comunidades que tengan mejores redes de apoyo y un plan de
adaptación al cambio climático serán las que tengan mejores posibilidades de
ser resilientes.
Para garantizar un futuro a
las poblaciones actuales y venideras, Costa Rica ha dado pasos fundamentales
hacia la adaptación al cambio climático iniciando con un compromiso hacia la
sostenibilidad por medio de diferentes acciones como políticas públicas, con
firma de acuerdos internacionales y con la aplicación de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS).
En este contexto nace el
Proyecto Plan A: Territorios Resilientes ante el Cambio Climático, una
iniciativa diseñada para integrar la adaptación climática en todos los niveles
de planificación y desarrollo. Además, se creó para apoyar la implementación,
desarrollo de capacidades para aterrizar de la Política Nacional de Adaptación
al Cambio climático de Costa Rica (2018-2030) por medio de planes regionales y
cantonales específicos de adaptación.
El Plan A ha tenido un
impacto significativo en la planificación para la adaptación y ha fortalecido
la capacidad de adaptación en las seis regiones socioeconómicas. Además, ha
impactado a 20 cantones del país donde se desarrolló el piloto beneficiando a
una población de más de 890.000 personas. Y cada municipalidad y cada región
tienen sus instrumentos claros para poder desarrollar e implementar de una
forma científica sus acciones a la adaptación al cambio climático.
El proyecto que inició en
octubre del 2019 y invirtió $2.860.000 financiado por
el Fondo Verde del Clima, estuvo liderado por el Ministerio de Ambiente y
Energía de Costa Rica (MINAE) por medio de su Dirección de Cambio Climático,
implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU
Medio Ambiente) y Fundecooperación para el Desarrollo
Sostenible, el día de hoy llega a su cierre con resultados de peso para el
país.
Adriana Bonilla, Directora de la Dirección de Cambio Climático del MINAE,
indicó: "Plan A ha sido un proyecto que ha contribuido a la
articulación de esfuerzos nacionales en materia de adaptación al cambio
climático, buscando alcanzar a todo el territorio y generando herramientas
valiosas que permiten la inclusión de la adaptación al cambio climático desde
enfoques como el de gestión de riesgo, la territorial y la basada en
ecosistemas. La participación de diversos actores y sectores en las diferentes
iniciativas constituye un hito importante, la generación de capacidades y
herramientas permitirá un avance importante en la inclusión de
medidas de adaptación."
"Si bien a nivel global
estamos enfrentando una triple crisis planetaria, compuesta por el cambio
climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación de nuestros
ecosistemas, hay iniciativas que nos hacen creer que aún podemos cambiar el
rumbo y orientarnos por el camino correcto. Plan A en Costa Rica, es un claro
ejemplo de que la adaptación un proceso en continua construcción y
reconstrucción, que debe construirse a partir de procesos participativos y
consensuados. Para PNUMA ha sido gusto ser parte del proceso de adaptación que
aquí se ha gestado, no solo por la creación de capacidades mutua, sino por el
evidente fortalecimiento de las instituciones gubernamentales y por la gran
capacidad de articulación territorial que hemos visto en Costa Rica. Esperamos
que el cierre de Plan A sea la puerta abierta a la resiliencia y la gestión del
cambio climático desde los territorios’ comentó Santiago Núñez, Especialista en
involucramiento del sector privado para la adaptación al cambio climático,
PNUMA Oficina América Latina y el Caribe
Marianella Feoli directora ejecutiva de Fundecooperación
para el Desarrollo Sostenible comenta que "nosotros como ente implementador del
proyecto en el país consideramos que el proyecto Plan A ha sido clave para
facilitar los procesos de planificación nacional y territorial, para crear
capacidades institucionales, para facilitar el acceso a información científica
que apoye estos procesos, los mecanismos financieros y para fortalecer los
procesos de transformación del país en el tema de adaptación al cambio
climático; con el gran retoy
oportunidad que implica que estas acciones sean lideradas directamente por los
actores locales."
¿Cuáles
son los logros de esta iniciativa?
El Proyecto Plan A se
estructuró en cinco ejes fundamentales que son: Regional, Piloto
Cantonal, Extensión Cantonal, Financiamiento y Monitoreo y
Evaluación.
El primer eje fue Regional
se trabajó en el aumento de la capacidad institucional para la integración
efectiva de acciones de adaptación en la planificación de las seis regiones
socioeconómicas del país que son: Chorotega, Pacifico Central, Central, Huetar
Norte, Huetar Caribe y Brunca.
Cada plan responde a las
principales necesidades regionales para reducir sus factores de vulnerabilidad,
por ejemplo, en la región Chorotega se
colocó especial énfasis en las energías alternativas sostenibles, mientras que
la región Brunca enfatizó la necesidad de contar con infraestructura pública,
vial y turística climáticamente inteligente.
En la región Central se señala
la innovación empresarial y tecnológica y el fomento al emprendimiento verde y
resiliente, y en Huetar Norte se promueve la implementación de prácticas
agropecuarias resilientes al clima y las soluciones basadas en la naturaleza.
En el caso de la región Huetar
Caribe se enfatizó en las medidas sobre el desarrollo de infraestructura vial y
de servicios públicos resilientes, así como el fomento al emprendimiento verde
e inclusivo (mujeres, comunidades indígenas y población afrodescendiente).
Por su parte, la Región
Pacífico Central se enfoca en el fortalecimiento de capacidades y transferencia
de tecnologías para la adaptación en el sector agropecuario, pesquero e
industrial, a través de alianzas público-privadas.
También es importante mencionar
que hay similitudes entre todas las regiones como medidas de adaptación
orientadas hacia el desarrollo turístico resiliente, la gestión integrada del
recurso hídrico y un ordenamiento territorial que integra los riesgos ante un
clima cambiante fueron priorizadas en todas las regiones. Así, los planes
atienden desde lo regional las necesidades de sectores clave de la economía
nacional como son el turismo, agropecuario y comercial - industrial.
Además, cada plan esta alineado con las prioridades de la Política Nacional
de Adaptación y otros instrumentos de política pública que apoyan un desarrollo
regional resiliente, inclusivo, justo, innovador y verde.
El segundo fue el Piloto
Cantonal donde se capacitó y se acompañó a 20 cantones con alta
vulnerabilidad. Los cantones participantes cuentan con esquemas de acciones
estratégicas prioritarias en adaptación al cambio climático hechas a su medida,
que se están incorporando en instrumentos de planificación y gestión
territorial, como planes de desarrollo estratégicos y operativos municipales:
así como, planes reguladores urbanos y costeros.
Si bien es cierto que cada
plan esta personalizado de acuerdo a las necesidades de adaptación de cada
cantón se pueden mencionar 5 grandes aspectos que cada documento agrupa. Uno de
ellos es que cada municipalidad puede identificar y tomar acción directa sobre
áreas de riesgo asociado con el clima es decir, si
conoce la cantidad de agua llovida por año y a futuro podrá planificar mejor su
infraestructura como puentes, alcantarillados y otros.
Otro aspecto es el
ordenamiento territorial para salvaguardar la población y sus viviendas.
Ordenar de una mejor manera las comunidades y alejarlas de lugares de riesgo de
deslizamientos o de inundaciones.
Un tercer punto es asegurar
el recurso hídrico. Con estos planes las municipalidades saben qué
inversiones y políticas deben gestionar
para garantizar no solo el recurso para la población actual sino para la
futura.
El cuarto es la restauración
de los ecosistemas. Costa Rica es reconocida por su capital natural y con estos
planes cada municipalidad identificóen que debe invertir para crear
soluciones que salvaguarden este recurso del país. En el caso de los cantón de Puntarenas trabajarán por restaurar,
proteger y potencial el manglar.
Gobernanza climática
participativa es otro punto clave de los planes. Este busca que las personas
que forman parte de la comunidad se involucren no solo en la toma de decisiones
en cuanto a acciones de adaptación sino también que participen activamente en
el proyecto y en las soluciones.
Un resultado adicional de
este eje es que se crearon las Guías de Planificación para la Adaptación que
apoyan a los gobiernos locales de Costa Rica a prepararse ante las amenazas
climáticas, reducir su vulnerabilidad y exposición y, en general, a proteger a
comunidades, ecosistemas y sectores económicos ante los impactos del cambio
climático.
Las tres guías orientan el
proceso de planificación para la adaptación y apoyarán a las 64 municipalidades
del país, que no fueron parte del proceso, en su preparación ante el cambio
climático. Las guías son gratuitas y se pueden acceder en: https://cambioclimatico.minae.go.cr/plan-a-territorios-resilientes-ante-el-cambio-climatico/guias-de-planificacion-para-la-adaptacion/
Los cantones participantes
fueron La Cruz, Upala, Los Chiles Cañas, Nicoya, Puntarenas, Naranjo, Montes de
Oro, Belén, Alajuelita, Acosta, Parrita, Pococí, Siquirres, Matina, Turrialba,
Talamanca, Buenos Aires, Osa y Corredores.
El tercer eje llamado Extensión
Cantonal se contó con el liderazgo del Instituto Meteorológico
Nacional en el desarrollo de evaluaciones de riesgo climático a escala cantonal
que abarcaron todo el territorio nacional para apoyar la toma de decisiones
informadas.
Cuarto, desarrolló una
estrategia de Movilización de Recursos y Financiamiento a largo plazo
para la adaptación.
En este eje se logró la
elaboración del Plan Nacional de Adaptación, el cual tiene como objetivo
orientar las acciones de la Política Nacional de Adaptación al Cambio
Climático, hacia la consecución de un modelo de desarrollo que garantice la
resiliencia climática de la sociedad costarricense, que evite las pérdidas
humanas y modere los daños materiales generados por los efectos adversos del
cambio climático, que contribuya a aumentar la calidad de vida de las
poblaciones más vulnerables, y que aproveche oportunidades para innovar y
transformar los sectores productivos y asegurar la continuidad de los
servicios.
Otro alcance del este eje es
el fortalecimiento de la capacidad de las instituciones en la
implementación de un nuevo clasificador presupuestario en adaptación al cambio
climático y gestión de riesgo, que ha sido incluido en el Clasificador
Funcional de Gasto del Sector Público del Ministerio de Hacienda. El
clasificador permitirá a las instituciones planificar y analizar el volumen de recursos que
asignan a la adaptación climática y evaluar la respuesta del Estado ante la
necesidad de prepararse y responder efectivamente a los impactos de un clima
cambiante.
Finalmente, se creó una herramienta para el
Monitoreo y Reporte de iniciativas de adaptación al cambio climático que involucra a actores clave en todos los niveles.
Esta herramienta desarrollada
dentro delSINAMECC
(Sistema Nacional de Métrica de Cambio Climático) está en revisión para su
aprobación por parte del MINAE.Su
función es ser la plataforma oficial de Costa Rica para coordinar la
información climática en el país. El sistema sirve para rastrear el progreso de
la política nacional de cambio climático, permitir la toma de decisiones basada
en datos y facilitar la presentación de informes bajo compromisos nacionales e
internacionales.
Como parte de las lecciones
aprendidas y conclusiones del proyecto, las autoridades de gobierno,
municipalidades, organizaciones participantes concluyen que el proceso de
adaptación es continuo y requiere una evaluación constante y reflexión
colectiva y técnica para mejorar las estrategias y garantizar su efectividad.
Entre las lecciones aprendidas, destaca la necesidad de fortalecer la
gobernanza climática, tanto a nivel nacional como subnacional, y la importancia
de integrar la adaptación en todos los instrumentos de planificación
territorial.
Finalmente, El Proyecto Plan
A abre la puerta a nuevas oportunidades, como la integración efectiva de la
adaptación al cambio climático en la gestión territorial, el fomento de las finanzas
públicas con visión de resiliencia y la inversión en proyectos sostenibles para
el fortalecimiento de los medios de vida resilientes en comunidades
vulnerables.