Acerca de MINAE
Misión y visión
Misión
Contribuir al mejoramiento de la
calidad de vida de los habitantes del país mediante la promoción del manejo,
conservación y desarrollo sostenible de los elementos, bienes, servicios y
recursos ambientales y naturales del país, cuya gestión corresponda al MINAE por disposición legal o convenio
internacional, garantizando la necesaria y plena armonía entre las
actividades de desarrollo nacional, el respeto por la naturaleza y la
consolidación jurídica de los derechos ciudadanos en esta materia.
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Visión
Consolidarse como un sistema de
gestión ambiental que le permita a Costa Rica posicionarse positivamente en
materia de competitividad internacional (política, ambiental y comercial), y
que fortalecido en su capacidad de gestión pública responda a los requerimientos
de manejo, conservación y uso sostenible de los recursos ambientales y
naturales, bajo el liderazgo del Ministro Rector del Sector de Ambiente y
Energía.
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Historia del Minae
La génesis
de las dependencias que conforman el actual Ministerio de Ambiente y Energía
(MINAE) data del año 1888, cuando se fundó el Servicio Meteorológico Nacional,
hoy denominado Instituto Meteorológico Nacional.
Fue hasta mediados del siglo XX que se creó la Dirección de
Geología, Minas y Petróleo, y hasta 1980 que surgió el Ministerio de Energía y
Minas (MEM), el cual dos años más tarde por reestructuración del Poder
Ejecutivo, se denominó Ministerio de Industrias, Energía y Minas (MIEM). En
1988, vía norma presupuestaria el MIEM se transforma en Ministerio de Recursos Naturales,
Energía y Minas (MIRENEM), al incorporarse competencias en materia de bosques,
flora, fauna silvestre, áreas silvestres protegidas y meteorología; y
trasladarse el área de industrias al Ministerio de Economía y Comercio.
Más tarde, con el correspondiente aval de MIDEPLAN y del
Tribunal del Servicio Civil, el ministerio sufre otra reestructuración en 1995,
ya que mediante la Ley Orgánica del Ambiente N° 7554, se le asignan nuevas
competencias en materia ambiental denominándose en adelante, Ministerio del
Ambiente y Energía (MINAE). Aparecen así el Consejo Nacional Ambiental, la
Secretaría Técnica Nacional Ambiental, el Contralor Ambiental, el Tribunal
Ambiental Administrativo, y los Consejos Regionales Ambientales.
La reestructuración continúa cuando en junio de 2010, el
MINAE pasa a ser el Ministerio del Ambiente, Energía y Telecomunicaciones
(MINAET), cuya creación se concretó con la aprobación de la Ley General de
Telecomunicaciones. Dos años después, en junio del 2012, el sector
telecomunicaciones se reubicó y se traspasó al Ministerio de Ciencia y
Tecnología (MICIT), estableciéndose posteriormente el Viceministerio de
Ambiente, el Viceministerio de Energía, además de un nuevo Viceministerio de
Aguas y Mares como respuesta al rezago que se ha tenido en este rubro.
Finalmente, a partir del 1 de febrero del 2013, este ente
organizativamente complejo conformado por distintos órganos desconcentrados y
otros adscritos, pasa nuevamente a llamarse Ministerio de Ambiente y Energía
(MINAE).
En síntesis, el proceso de desarrollo ministerial antes
reseñado, ha respondido a diferentes coyunturas históricas, especialmente de
carácter político-administrativo y económico-social, las cuales se reflejaron
en estructuras organizativas diferenciales a lo largo de todos estos años. Es
por lo anterior que, acatando mandatos establecidos en diversas normativas
jurídicas vigentes, al MINAE a través de su historia se le han atribuido otros
ámbitos de competencia en materia de recursos hídricos, hidrocarburos, educación
ambiental, participación ciudadana, biodiversidad, humedales, cambio climático,
implementación conjunta, calidad ambiental, conservación y uso racional de la
energía.
Debido a esta constante evolución, el sector ambiental ha
llegado a convertirse en uno de los más relevantes en los planes del desarrollo
del país. Gracias al trabajo realizado por este ministerio, Costa Rica se
encuentra hoy entre los primeros puestos del Índice Mundial de Desempeño
Ambiental y es reconocido a nivel mundial por sus esfuerzos en pro de la
conservación y del desarrollo sostenible.